martes, 17 de noviembre de 2009

Comentario: Accidentes de Tránsito

Los accidentes de tránsito, es una de las principales causas de muertes que se genera a nivel mundial. En la mayoría de los casos, se debe a la forma irresponsable de manejar de los conductores.

Diariamente vemos en los noticieros como se produce los accidentes de tránsito y el luto que estos llevan a gran parte de hogares en todos los países; principalmente países donde no cuentan con un buen sistema de seguridad vial, carreteras no aptas para el manejo a grandes velocidades donde se dan estos acontecimientos.

Costa Rica no es la excepción, muchos de nuestros hogares se han vestido de luto debido a tanto accidente provocado por el mal estado de las vías, falta de señalización, mal estado de los vehículos, imprudencia peatonal, la irresponsabilidad entre otros; de ésta destaco el conducir en estado de ebriedad.

A pesar de existir la ley de Tránsito esta práctica irresponsable de manejo no ha cambiado. Se sigue llevando dolor a nuestras familias.

Se ha hecho campañas de prevención por medio de anuncios de televisión, la radio, y los periódicos, tratando de concientizar a nuestros conductores para que estos no conduzcan a altas velocidades ya que las carreteras no están diseñadas para esta práctica, además de que utilicen los cinturones de seguridad y los niños pequeños que los lleven en las sillas de seguridad. Pero en especial de acuerdo a mi criterio donde más se ha enfatizado es en evitar el consumo de bebidas alcohólicas.

El conducir bajo los efectos del licor es una práctica que genera muchos accidentes de tránsito entre ellos los atropellos. En la mayoría de las ocasiones las personas que más sufren son las víctimas inocentes de estos accidentes.

¡Paremos ya!...porque el día de mañana puede ser usted mismo el que esté sufriendo las consecuencias por esta irresponsabilidad.




En recuerdo a la memoria de Carlos Pérez Hernández.
Guatemala, 11 de abril 2009.

http://www.prensalibre.com/pl/2009/abril/12/307436.html



Silvia Achí Zúñiga.

lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Qué puede pasar en Canadá?


Qué puede pasar en CANADÁ si se conduce después de beber alcohol.

Para entender como las diferentes leyes contra el alcohol trabajan en Canadá, le propongo que se imagine que está en una fiesta.
Usted tomó unos cuantos tragos de alcohol, pero no está ebrio. Usted siente que si es cuidadoso podría regresar a su casa manejando sin ningún problema, teniendo en cuenta que tomar un taxi es un gasto y que además tendría que volver mañana para recoger su auto. Así que decide manejar para volver.Usted conduce despacio y con cuidado, haciendo lo mejor para obedecer todas las normas de tránsito y prestando atención a otros vehículos y peatones.

Pero, lo inesperado pasa: observa luces en su espejo y de repente, se encuentra en medio de un control policial de alcohol. Un policía se le acerca y le hace unas preguntas. El oficial, ya alertado por su aliento etílico, le solicita que se baje del auto y le lee una corta declaración en la que le hace saber que se le requiere una prueba de alcohol , soplando en la pipeta reglamentaria del alcoholímetro, y que si se niega, ello constituye una grave infracción: por lo cual usted lo hace.
Imagine también que la prueba de alcohol le da por resultado que ha superado el límite legal de alcoholemia tolerada en sangre, entonces el oficial creerá que usted ha cometido el delito de conducir alcoholizado. Es inmediata mente esposado y arrestado, y puesto en el asiento trasero del patrullero para ser llevado a la estación de policía, donde le realizarán nuevas pruebas de alcohol, además de ser llevado su auto por una grúa. En la estación de policía se le permite llamar a un abogado, pero claro, como usted nunca tuvo problemas policiales, no conoce ninguno,pero al final, pregunta, y consigue el teléfono de uno y lo llama. (Mientras llama, usted se pregunta cómo reaccionará el abogado ante la llamada de un desconocido que lo despierta a las 4 de la mañana. También se pregunta cuánto le va a cobrar, en especial por un servicio a esas horas) Finalmente, el abogado le atiende y le pregunta una serie de detalles, pero le advierte que no se niegue a las pruebas de alcohol, pues es un delito-¡Hecha la segunda medición, se le encuentra una concentración alcohólica de 1,1 g/l, por lo que se le hacen cargos por el delito de conducción alcoholizada, previsto en el código penal de Canadá. Usted es fotografiado y se le toman las huellas digitales. Usted se siente humillado y tratado como un delincuente. Usted es un delincuente.
El oficial llena un montón de formularios, le retira su licencia que es suspendida por noventa días, y usted debe firmar un compromiso de comparecer ante el juez penal en la fecha y hora señaladas.
Finalmente, es liberado, pero, eso sí, tiene que gastar en el taxi para volver a casa.

Unos tres meses después, el día esperado llega y usted tiene que comparecer ante el tribunal, después de arreglárselas durante este tiempo para ir a todos lados con el transporte público. Con su abogado a su lado y frente al juez, le preocupa todo lo que tuvo que esperar (y lo que le va a cobrar el abogado por la espera). El juez dicta, entonces, su sentencia, y teniendo en cuenta que ésta ha sido su primera falla ante la ley, le impone una multa de tan sólo 600 dólares, más la prohibición de conducir durante un año, y realizar un servicio comunitario de 100 horas.

Una semana después, recibe una carta del centro de otorgamiento de licencias provincial, donde le informan que la misma le ha sido suspendida por un año, y aunque usted ya está práctico en el uso del ómnibus, como si eso fuera poco, para recuperar su licencia, deberá asistir a un programa de recuperación de conductores alcoholizados, por el cual deberá pagar una buena suma, además, por supuesto, de los aranceles, que no son precisamente baratos en Canadá, para recuperar la licencia.

A medida que pasa el tiempo y usted se tranquiliza, se da cuenta que ha sido una experiencia costosa: usted ahora tiene antecedentes penales y muchas cuentas que pagar: además de las mencionadas, el acarreo del auto y los días de depósito, y por sobre todo, ¡los honorarios de su abogado!. Ahora se acordó que cuando tenga que renovar el seguro de su auto, éste le costará 2 o 3 veces más.
Y menos mal que no es un chofer profesional, porque en ese caso se quedaría sin trabajo. Y ahí se acordó de aquello que “lo barato sale caro”:¡porqué no habrá querido gastar en un taxi!Y ahora, si lo agarran de nuevo, la pena será más severa todavía. Si fuese reincidente, lo mandarían 14 días a la cárcel, y la suspensión de la licencia sería por 5 años. La tercera vez iría un mínimo de tres meses a prisión y perdería la licencia de conducir para siempre.
Claro, que este fue el mejor de los escenarios, porque si en iguales circunstancias usted hubiese herido o matado a alguien, sería castigado muy severamente. Por causar heridas conduciendo alcoholizado puede ser condenado a 10 años de prisión, y si mata a alguien, 14 años.
Estas penas severísimas reflejan la importancia que se le da a este delito. Las consecuencias de una condena son de larga duración, y no se olvidan fácilmente. Uno de los propósitos de estas leyes duras es, obviamente, castigar a los delincuentes y lograr su cambio de comportamiento. Pero otro , tal vez más importante, es disuadir a la gente a que no se siente al volante después de haber bebido alcohol.

Extracto de “Transport Canada Smashed Magazine”









Por eso es mejor decir: “no gracias, tengo que conducir” Simplemente, si usted bebió, no conduzca, y si necesita moverse, tenga previamente un conductor designado, llame un taxi o tome el colectivo. Es así de simple. Pero hay otras cosas que usted puede hacer antes de empezar a beber:

No beba con el estómago vacío.

Si come algo antes de beber, eso no evitará los efectos del alcohol, pero hará que la absorción sea más lenta y se distribuya durante un período de tiempo más largo.

Preste atención a la concentración alcohólica de las bebidas que tome.

No se ofenda si alguien le sugiere que tomó , y que no es conveniente que maneje.

Probablemente estén acertados, y sólo lo hacen por su bien: los verdaderos amigos no dejan que uno conduzca después de beber, en especial mucho.

Si usted no está seguro si el alcohol lo afectó para conducir, es porque ya lo afectó, porque una de las cosas que más afecta es el recto juicio.



PERSONAS FALLECIDAS POR ACCIDENTES DE TRANSITO EN COSTA RICA DURANTE EL 2006





A continuación se presenta un análisis referente a las variables asociadas con los fallecimientos acaecidos como consecuencia de accidentes de tránsito. Antes de iniciar con el contenido de las variables, es importante anotar que los accidentes de tránsito se conforman de dos grandes rubros o fuentes primarias, la primera de ellas correspondiente a muertes accidentales relacionadas con accidentes de tránsito y el segundo proveniente de los homicidios culposos con carácter vehicular. A lo largo de los años, el número de varones fallecidos en accidentes de tránsito ha superado en una relación de 4 a 1 a las mujeres, de forma tal que el sector masculino ha representado entre un 80.0% y un 85.0%. Adicionalmente, se tiene que las cifras provistas por los hombres generaron para la década un promedio de 528 muertes, es decir 1.4 diarias, rubros que al ser comparados con los obtenidos durante el 2006, se ubican por debajo.
En torno al crecimiento experimentado respecto al 2005, se tiene que el mayor distanciamiento entre las cifras se dio en el sexo femenino (33 más), lo que significó un aumento de 37.1%, que dicho sea de paso, no se había registrado uno de igual magnitud a lo largo de la década. Durante el 2006 se registraron en promedio 56.7 muertes por mes, lo que a su vez equivale a casi dos muertes por día (1.9). El mes que más hechos fatales registró fue diciembre con 77 eventos, período que repite por segunda vez en el trienio como el más frecuente, al representar poco más de un 11.0%, porcentaje que ningún otro mes, individualmente ha logrado alcanzar. Mayo por su parte, se constituye para el 2006 como el período con la menor frecuencia de este tipo de muertes, al registrar tan solo 39 decesos, es decir 17 menos que el promedio; a pesar de esto, no se muestra como la cifra más baja de los tres años presentados (38 en mayo del 2005). Tanto en el 2005 como en el 2006, el domingo se mostró como el día más propenso a la ocurrencia de este tipo de fallecimientos, representando al menos un 20.0% del total de los sucesos. Continuando en orden descendente, el sábado se ubica como el segundo en importancia con un total de 105 muertes en el 2006. Retomando la idea central del párrafo anterior es dable señalar como los citados, en conjunto con el viernes, conforman nada menos que la mitad (50.5%) de los decesos producidos en todo el año. Los días menos incidentes se ubicaron a mitad de semana, específicamente en martes y miércoles, al acumular individualmente 79 y 71 sucesos respectivamente, cifras que sumadas apenas logran superar en ocho eventos a la generada el domingo. En términos generales San José ha sido durante los últimos dos años la provincia con la mayor incidencia de muertes por accidentes de tránsito. Solo en el 2006 fallecieron 186 entre sus límites geográficos, lo que a su vez significó poco más de una cuarta parte del total de eventos acontecidos en el territorio nacional, es decir uno de cada cuatro. De ese total (186), el 81.2% corresponde a muertes de masculinos, mientras que el restante 18.8% se distribuyó entre mujeres, principalmente josefinas, solteras y con un rango de edad de 30 y más años y la mayoría relacionadas con casos de atropellos y colisión. Alajuela y Puntarenas ocupan respectivamente el segundo y tercer lugar en importancia con cifras superiores a 100 muertes anuales, lo que les permite conservar individualmente un 19.2% y 16.1% del total de incidentes, en otras palabras uno de cada tres accidentes de tránsito con víctimas mortales se producen en estas provincias. En torno al comportamiento seguido por las tres provincias comentadas anteriormente, es relevante señalar que la mayor parte de los sucesos acontecidos en ellas se producen en carreteras de importante tránsito vehicular y principalmente en aquellas autopistas que distribuyen el flujo de vehículos entre la ciudad capital y las zonas costeras del territorio nacional, tales como la carretera Interamericana Sur, la autopista Bernardo Soto y la Ruta 1 hacia la Provincia de Guanacaste y Zona Norte del país.San José, Alajuela y Puntarenas absorben dos terceras partes del total de incidentes, mientras que las restantes provincias captan porciones muy similares entre sí, asociándose en ese sentido Limón con Guanacaste (12.0% a 13.0%) y Heredia y Cartago (de 6.0% a 7.0%).Como parte de un comportamiento normal, definido así con el paso de los años, el Cantón Central de San José se consolida como la zona con mayor probabilidad de ocurrencia de un evento de esta naturaleza. Solo en el 2006 se registraron 63 eventos, 20 más que en el 2005, lo que le permitió absorber casi una décima parte de los incidentes. Otro de los cantones con mayor incidencia en esa provincia es Pérez Zeledón, en cuyo caso existe un factor que incide preponderante en la frecuencia de mortalidades y que tiene que ver directamente con la carretera Interamericana Sur o ruta 2, a la cual se le atribuye el 86.0% de los casos asignados a ese cantón. Alajuela por su parte presenta tres frentes importantes en torno a la frecuencia de estos sucesos, el primero de ellos se genera en el Cantón Central de la provincia con un total de 44 casos y una participación relativa del 6.5%, mismos que de acuerdo con los registros se suscitan 30.9% sobre el tramo comprendido entre la Cervecería Costa Rica sobre la carretera General Cañas y el “Cruce de Manolos” en el Distrito de La Garita. El segundo frente tiene lugar sobre la autopista Bernardo Soto, a la altura de los cantones de San Ramón y Grecia con (30 casos) y finalmente el tramo de carretera comprendido entre San Carlos y Upala, comprendiendo esto las calles circunvecinas de cada cantón. Como punto final se hace referencia a la incidencia en las provincias portuarias (Puntarenas y Limón), siendo en el primero de los casos, los cantones costeros quienes marcan la pauta al acumular 48 de los 110 sucesos acaecidos en esa provincia, mientras que en el caso de Limón la situación se reduce a su Cantón Central y Pococí, ambos con 22 incidentes.Al analizar el comportamiento seguido por este tipo de muertes durante los últimos tres años, es posible establecer que casi la mitad de los eventos tienen lugar en la Región Central del país (46.2%), situación que de acuerdo a conclusiones expuestas en los resultados de las investigaciones, guarda relación con una serie de factores que aceleran o propician una alta incidencia en esta zona, algunas de ellas son, alta densidad vehicular, deterioro de carreteras, falta de demarcación, imprudencia al adelantar indebidamente y conducción en estado de ebriedad o pre-ebriedad. La Región Huetar Atlántica es la segunda con mayor problemática respecto a este tema, al registrar 93 fallecimientos de esta naturaleza, lo que a su vez representó un 13.7% sobre el total. Profundizando un poco acerca de las particularidades de esa región, es posible establecer lo siguiente: la carretera Braulio Carrillo que comprende el tramo entre San José y Limón, guarda como una de sus principales características el atravesar y ser acceso primario a varios cantones de la región, entre estos: Sarapiquí, Pococí, Guácimo y Siquirres, situación que ha facilitado un escenario de muerte sobre esa carretera, pues el 86.7% de los accidentes mortales de tránsito ocurridos en esa región se dieron precisamente sobre ella. Como focos primarios se identificaron algunos tramos como: Pocora a Guálipes (23 decesos) y el comprendido del cruce sobre la entrada a Sarapiquí y el Río Sucio en el parque Braulio Carrillo, más conocido como Cerro Zurquí (27 casos).Perfil de la víctima El costarricense se constituye como el individuo más afectado por accidentes de tránsito, al conformar el 85.0% del total de víctimas en el 2006. De este grupo, el 82.4% corresponden a hombres y el restante por ciento equivale a 102 víctimas femeninas, cifra que es una de las más altas de la historia. El número de extranjeros ascendió a 102, entre los cuales sobresalen de nuevo los nicaragüenses al representar dos terceras partes (67.6%). Por su parte, las restantes nacionalidades no lograron sumar más de cinco durante el 2006, con excepción de los estadounidenses, quienes sufrieron la pérdida de seis individuos.De acuerdo con los datos anotados el 39.4% de las víctimas de accidentes de tránsito contaban con una edad promedio ubicable en el rango de 20 a 39 años. De ese grupo, el 84.0% eran hombres, de igual forma, el mayor número de mujeres se concentró en ese mismo rango (43). El número de menores de edad se redujo en 18 víctimas respecto al año anterior, disminución que afectó en mayor proporción a los rangos 10 a 14 y 15 a 17. Las personas de 65 y más años, consideradas para efectos del análisis como adultos mayores, constituyen el segundo grupo más golpeado por este tipo de muerte violenta, de forma tal que tanto en el 2005 como en el 2006 se generan más de 80 decesos, de entre los cuales al menos un 15.0% corresponden a mujeres. Como se indicó, el rango de 20 a 29 años es el que presenta la mayor concentración de víctimas para ese año (138 hombres y 28 mujeres), en segundo lugar se posiciona el rango 65 y más años con un total de 124 decesos y el tercero en importancia recae sobre el rango de edad correspondiente a los cuarentas, con una participación del 17.5%.PoblaciónHistóricamente la tasa por cien mil habitantes de personas fallecidas en accidentes de tránsito ha oscilado entre 13 y 17 individuos, asimismo, los valores masculinos han permanecido siempre por encima de la general, tasando más de 20 pero menos de 30 por cada cien mil. Por su parte, la tasa femenina a pesar de constituir la mitad de la población costarricense, no presenta una participación relevante en relación con los varones; sin embargo, al ser comparada con otras tasas femeninas de muerte violenta, logra ubicarse entre las primeras, siendo superada únicamente por la de homicidio culposo. A partir del año 1998 y hasta el 2001 se genera un crecimiento en la tasa que le permite estabilizarse entre 16 y menos de 20 fallecimientos por cada cien mil habitantes, situación que como puede verse desemboca en un decrecimiento a partir del año 2002 y hace que los valores se redujeran en 15 o menos decesos.Guanacaste con una población inferior a los 300 mil habitantes, es sin duda la zona del territorio nacional con la mayor tasa de muertes generadas a partir de un accidente vehicular (29). Durante el 2006 fallecieron en esta provincia 86 personas, la mitad de ellas en casos de colisión (57.0%). Puntarenas se ubica tan solo dos puntos por debajo de la tasa pampera; sin embargo, su población es significativamente superior (109 mil personas mas), lo cual necesariamente marca una diferencia respecto a la densidad del problema en cada una de esas provincias.
Cartago presenta la tasa más baja del territorio nacional (8.1 por cada cien mil de población); sin embargo, esta situación no es la excepción sino la regla en esta zona del país, siendo el punto más relevante a destacar su disminución respecto al año anterior (9.0 vs 8.1). A nivel general, el Cantón de Garabito es el que presenta la incidencia, en relación con su población, más elevada del país (12.1), cifra que ningún otro cantón ha logrado tan siquiera equiparar en tres cuartas partes (9 por 100 mil). Por su parte, San José es representado por§ dos cantones que gozan de extensa fama por sus accidentes vehiculares, principalmente en la modalidad de atropellos: Pérez Zeledón (2.2) y Santa Ana (2.1); cuyas tasas se equiparan fácilmente con cantones altamente incidentes como San Ramón y Sarapiquí (2.7) e inclusive otros que fungen como cabecera de provincia, como Limón (2.1) y Puntarenas (2.2) Guanacaste alberga tres§ cantones con altas tasas, este el caso de Abangares (6.1), Carrillo (5.5) y Nicoya (3.6), situación que de manera conjunta le permitió como provincia constituirse como la más alta en cuanto a tasa por cien mil habitantes se refiere.
La colisión se constituye hoy en día en la primera modalidad de muerte por accidente de tránsito en Costa Rica. Solo en el 2006 fallecieron 337 personas por este concepto, situación que empeoró (37 más) si la comparamos con lo vivido un año atrás. Aunado a lo anterior se comenta que casi la mitad (49.1%) de las mujeres muertas en este tipo de accidentes, lo fueron por causa de una colisión. El atropello es la segunda modalidad más frecuente en este tipo de deceso al representar un 36.6% del total, lo que equivale aproximadamente a uno de cada tres eventos. El vuelco por su parte, se ubica como la tercera modalidad más frecuente con un volumen significativamente inferior (entre 50 y menos de 70) al mostrado por las dos formas anteriormente comentadas.

Un perfil sobre la modalidad de atropellos en Costa Rica, permite determinar que los adultos mayores son los más afectados, al punto que, una de cada cuatro víctimas contaban con edades integradas a ese rango. Igualmente, se anota que ningún otro grupo etario mostró en el 2006 un volumen superior a 25 víctimas en esta modalidad de accidente. Otro punto de interés en torno a este tema lo es la participación de menores de edad; en el 2006 fueron atropellados 19 de estos individuos, lo que representa una disminución de casi el 60% de un año a otro. A pesar de lo anterior, la perspectiva conjunta de los dos últimos años, muestra una cifra roja de 134 menores, 16 de los cuales aún no habían cumplido los cinco años de edad. El tema de colisiones presenta un esquema muy bien definido respecto a las edades, de tal forma que un poco más de la mitad (58.8%) de las víctimas contaban con una edad de 20 a 44 años; por otra parte, este sector de individuos experimentó un crecimiento de 32 casos respecto al 2005, lo que en términos relativos representó un 19.3%. El número de fallecimientos a consecuencia de una precipitación vehicular aumentó durante el 2006 (11 más), ubicándose la media etaria en el rango de 40 a 49 años. Otras modalidades como el vuelco, registra un crecimiento igualmente importante (13 casos), siendo que a diferencia de las precipitaciones, las edades promedio se concentran en el rango de 20 a 39 años.Profundizando en torno a las muertes por colisión, se tiene que Alajuela, Puntarenas y San José representan, en este orden, las zonas del país con mayor incidencia, de forma tal que más de la mitad (58.5%) de los decesos se produjeron en esas provincias. Aunado a lo anterior, la situación experimentada por la Provincia de Puntarenas respecto a muertes de tránsito, presenta un perfil mayormente orientado a la modalidad de colisión, pues como lo muestra el cuadro N° 15, el 60.9% del total de decesos ocurridos en esa provincia, están relacionados con esa modalidad. Una situación contraria se generó para el mismo período en San José, en cuyo caso la mayor proporción de fallecimientos se orientó hacia los atropellos (49.5%). El atropello por su parte presenta una incidencia más urbana, siendo que el 71.5% de los eventos se produjeron dentro de las cuatro provincias que componen el G.A.M. , destacando San José, al contener al menos uno de cada tres atropellos ocurridos en esa zona. A pesar de ser Alajuela, uno de los escenarios más propensos a la ocurrencia de una muerte por colisión, esa provincia experimenta una importante reducción respecto al año anterior (24 menos), situación que fue igualmente experimentada por Heredia.

El número de atropellos para el trienio mostrado, presenta un comportamiento levemente creciente, principalmente reforzado durante el 2006, en cuyo caso los valores casi alcanzan los 250 casos anuales. Como puede apreciarse el máximo protagonista en muertes por atropello son los vehículos, con una participación del 65.1% en este año, en otras palabras dos de cada tres atropellos son perpetrados por este tipo de medio de transporte. Con un nivel inferior al de los vehículos se encuentran los atropellos por autobús y camión, a los cuales se les responsabiliza en el 2006 de 25 y 21 fallecimientos respectivamente, de los cuales tan solo un 13.0% recaen sobre mujeres. En torno a los eventos generados por autobuses, es preciso resaltar el importante incremento registrado en el 2006 (13 asuntos), situación que dio paso a que estos automotores pasaran a constituirse como los segundos más peligrosos para los peatones. Este tipo de accidentes a diferencia de otras modalidades se producen básicamente por el exceso de confianza ejercido por el chofer del vehículo al maniobrar el automotor con personas a bordo. De acuerdo con el cuadro N° 17, en promedio para el trienio se suscitaron 14.3 caídas anuales y entre las causas que más destacan, son aquellas provocadas al caer de un autobús o un vehículo tipo pick up en movimiento (58.6%). A pesar de ser la modalidad con el mayor número de combinaciones posibles, el volumen de colisiones generadas en el 2006 se concentró principalmente en cinco de ellas, a saber: automóvil contra bicicleta, con la cifra más elevada de decesos (44) y una participación relativa del 13.1%; las colisiones entre automóviles livianos con 40 fallecimientos, de los cuales el 11.3% tienen que ver con muertes de mujeres; las colisiones entre automóviles y motocicletas responsables de al menos 38 muertes en el 2006; los choques entre automóviles y trailers (33 decesos) y por último las colisiones entre automóviles y árboles con un total de 20 víctimas. Las acciones generadas entre automóviles y trailers se convirtieron durante el 2006 en el centro de atención social, no solo por su volumen (33 muertes), sino por el apalancamiento experimentado de un año a otro (16 casos más). El número de vuelcos ocurridos en el territorio nacional excede para los tres años presentados los 50 casos anuales, lo que equivale aproximadamente a un evento por semana. Entre los aspectos más relevantes generados durante el 2006 en torno a este tema, destacan los incrementos de nueve asuntos en los vuelcos de automóvil y seis en camiones, así como el registro de dos muertes por vuelco de cuadraciclo, los cuales se anotan por primera vez en el trienio. El peatón, directamente relacionado en casos de atropello, se configura individualmente con la participación victimaria más frecuente, con un total de 249 fallecimientos y una representación porcentual de 36.6% y dicho sea de paso es en este segmento donde se ubica el mayor grupo de féminas (41.8%). El conductor de automóvil es la segunda figura más afectada en muertes de tránsito, al acumular el 23.5% del total de decesos, lo cual equivale aproximadamente a uno de cada cuatro fallecidos. Adicionalmente se anota que este tipo de víctimas experimentaron para el período analizado un incremento sin precedentes (70 casos) respecto al 2005, situación que propició que los motociclistas pasaran a un tercer plano en el 2006. El ciclista fue el tipo de víctima que bajó más de frecuencia en el 2006 (16 casos), lo que representó en términos relativos un 19.0%. En torno a este tema es dable acotar que estas víctimas se vieron mayormente involucradas (68.9%) en colisiones entre automóviles y bicicletas.

Sin duda alguna los conductores de automotores se consolidan en Costa Rica como los más propensos a fallecer en un accidente de tránsito, de acuerdo con la gráfica la mitad de las personas involucradas (50.5%), impactaron contra otro vehículo u objeto inmóvil mientras conducían por las carreteras nacionales, siendo que el 76.0% de la otra mitad fue atropellada mientras transitaban por el lugar. Las víctimas que viajaban en calidad de acompañantes sumaron 84 en el 2006, llamando la atención como el volumen de mujeres en estos casos fue dos veces mayor en esta categoría que en la de conductores. En este sentido, es posible establecer que el automóvil ha sido a lo largo del último quinquenio el más preponderante al estar relacionado en al menos el 71.4% de los casos; sin embargo, es dable señalar que su incidencia se redujo para el 2006 (18 casos). Los autobuses y microbuses se sitúan como los segundos en importancia tras responsabilizarse de 119 muertes en cinco años, siendo el período 2006 quien aportó el mayor número de víctimas en ese intervalo de tiempo (30 eventos).









Accidentes de tránsito en Costa Rica.

Accidentes de tránsito en Costa Rica

Los accidentes de viales son una de las causas más importantes de pérdida de años de vida en Costa Rica, puesto que matan a muchos adolescentes y adultos jóvenes. Las causas de estas muertes son diversas pero caben principalmente en las categorías:

Falta de educación vial de todos los conductores del país
Mal diseño geométrico de nuestras carreteras.

ACONVIVIR es una Asociación preocupada por la seguridad de todas las personas, pero en especial de aquellos que no usan medios de transportes motorizadas: como peatones y ciclistas. La utilización de la bicicleta en un medio ordenado y controlado, como medio de transporte alternativo, es una buena opción para disminuir los costos en el sector del transporte de una ciudad. Existen países donde cada día más la utilización de la bicicleta aumenta, y se le da mayor prioridad como medio de transporte. En países europeos como Holanda o Dinamarca, la planificación ha priorizado su desarrollo en base a medios de transportes alternativos dentro de las zonas urbanas, de una manera seguro, disminuyendo la cantidad de viajes realizados por modos motorizados. En Latinoamérica se tienen también grandes ciudades con una política de desarrollo urbano enfocado hacia el peatón, como Bogotá, Colombia o Curitiba, Brasil.

Además nuestra red vial esta cada día más congestionada, el costo de realizar un viaje en ella aumenta progresivamente y más aun si es en un vehículo propio. Actualmente se estima que la viajes en bicicleta inferiores a 7km rondan el 2% del total de los viajes realizados en la GAM, y los viajes a pie rondan el 24% del total de todos lo viajes realizadas (1). Esto sin contar con los viajes de recreación que se realizan todos los días por salud y diversión, que son otra cantidad considerable y en los cuales suceden gran cantidad de accidentes, de los cuales lastimosamente, la mayoría no se reportan.

Algunos factores que aumentan la ocurrencia de accidentes:

Altos porcentajes de tránsito pesado
Carreteras de alto flujo que atraviesan las poblaciones
Las características geométricas
Pobre visibilidad vertical y horizontal
Ausencia de Espaldones
Imposibilidad de rebasar vehículos lentos (y ciclistas)
Conductores ebrios, cansados, jóvenes e inexperimentados
Distracciones para los conductores.

Por otro lado, en cuanto a costos económicos, según el MOPT se estima que los accidentes de tránsito tienen un costo del 1% del PIB nacional, y la recuperación por cada herido, en promedio, tiene un costo de más de 20 millones de colones (finales del 2001).

Las estadísticas con las que se cuentan son tomadas del archivo de partes del COSEVI, en el cual se encuentran una cantidad de accidentes donde se involucran ciclistas, sin embargo no se confía mucho de su veracidad en cuanto al detalle porque en ocasiones los accidentes con ciclistas son apuntados por los oficiales de tránsito como accidente con peatón y lo mismo sucede al contrario, y también en muchas ocasiones estos accidentes pasan desapercibidos porque no se tramitan o el oficial de transito nunca llega a la escena del mismo.



Comentario de accidente




Los Reguladores y la educación en tránsito y seguridad vial.
En Guadalajara de Buga, el grupo de reguladores se ha caracterizado por hacer uso del diálogo y la pedagogía para persuadir a los conductores y peatones para que hagan uso responsable de las vías, desde la entrada en función de los reguladores, se ha visto en la ciudad diferentes operativos educativos que pretenden orientar a las personas del buen uso de los vehículos y los elementos de seguridad, que de paso este adecuado uso evitaría comparendos y futuras multas; es así como por medio de charlas en distintos puntos de la ciudad, se le indica a los conductores y peatones cómo proteger su vida en la vía y cómo evitar sanciones.

La labor educativa de los reguladores, también está dirigida a los colegios y jardines infantiles, donde se encuentran niños y jóvenes que son peatones y conductores o futuros conductores; que suelen ser los más afectados en los accidentes de tránsito.

"En la actualidad existen índices estadísticos que indican el incremento de la mortalidad y la morbilidad en accidentes de tránsito de niños y jóvenes que actúan como usuarios de las vías en calidad de conductores, pasajeros o peatones; la afectación de esta población precisa de ser intervenida con programas dirigidos a los niños y jóvenes escolarizados. La intervención de manera temprana y constante, facilitaría la apropiación de conocimiento en cultura ciudadana y seguridad vial en marco del derecho constitucional a la vida y la libre movilización; es por esto que los reguladores nos dirigimos a la escuela, porque es el lugar ideal para la formación de ciudadanos comprometidos con la vida y el adecuado uso del espacio público" precisó para este medio el regulador de tránsito Luís Fernando Ramírez Aguirre.

Cinco personas mueren en accidentes de tránsito en fiesta de Todos Santos
Mon, 11/02/2009 - 23:44 — Admnstrtr
Cochabamba, 2 Nov (Erbol)
Al menos cinco personas fallecieron y varias resultaron heridas en dos accidentes de tránsito el pasado fin de semana, según el reporte la policía provincial.
El primer hecho de tránsito se produjo el pasado sábado cerca a la localidad de Kami ubicadaa 90 kilómetros de la ciudad de Cochabamba en la provincia Ayopaya, cuando una vagonetade color blanco Mitsubishi con placa 1720 SVY, se volcó a una profundidad de 2.000 metros en el sector de Sivingani en la carretera que vincula independencia con el municipio del cercado.
Producto de este accidente fallecieron: Carlos Marin Ayiviri el propietario de la movilidad de 26 años, Severina Calloja Bonifacio y Elizabeth Flores, ambas de 18 años y estudiantes de tercero medio del colegio Simón Bolívar de Kami”
El segundo hecho de transito se produjo en el municipio de Yucumu, provincia Ballivián del departamento del Beni en la carretera que vincula el departamento de La Paz con el norte beniano.
El accidente sucedió el pasado sábado en momentos en que un camión cargado de manera colisionó de manera frontal contra un bus de pasajeros de la empresa primero de mayo.
En el accidente falleció el conductor de apellido González y Nancy González, pasajera del bus. El cuerpo de ambas víctimas fueron trasladadas a un centro médico cercano de la región.

Fuente: http://elperiodicowebbuga.blogspot.com

Factores que pueden originar accidentes de tránsito.

Accidentes de Tránsito



Cuántas veces encendemos el televisor para ver las noticias, y nos aparece una escena violenta, donde vemos uno o más vehículos devastados? Muchas veces escuchamos que hay muertos, que hay heridos. Algunas veces nos dicen que un conductor estaba en estado de ebriedad, otras que iba a exceso de velocidad... pero que hay detrás de estos accidentes? Son las causas de accidentes tan simples como alcohol o velocidad? Para evacuar esa duda, y preparar a los lectores a enfrentar los peligros de la calle, he decidido escribir este tema.

Por las calles transitan millones de personas, tal vez miles de animales y hay muchos obstáculos, por lo tanto, es casi imposible predecir cuál será la causa del próximo accidente. Los accidentes son acciones violentas que ocurren de manera INVOLUNTARIA. Recalco la palabra anterior porque muchas personas se percatan de un accidente fatal, e inmediatamente juzgan y hasta tratan de matar al sobreviviente, sin analizar la situación. A veces la persona que muere es la culpable, a veces es el sobreviviente, otras veces no hay culpable o varias partes tienen cierta culpabilidad.A continuación voy a explicar las que yo considero son las causas de accidentes de tránsito:


· Velocidad.
· Estado del conductor.
· Estado del vehículo.
· Estado de las carreteras.
· Factores externos.




Velocidad



Cuando hablamos de velocidad, posiblemente pensemos en exceso de velocidad. Ciertamente transitar a velocidades muy altas, aumenta la posibilidad de sufrir mayores daños físicos, a mayor velocidad, mayor es el golpe. Eso es una verdad a medias, ya que no sólo la alta velocidad es causa de accidentes. Un vehículo que se detenga media pista, es decir que reduzca su velocidad de golpe, puede llevar a un desenlace fatal.

Mi experiencia me dice que la velocidad correcta, es aquella que me permita reaccionar ante algún obstáculo sorpresa, pero que al mismo tiempo me permita evitar ser alcanzado o golpeado por otros vehículos. Algunos conductores de poca experiencia conducen lentamente cuando sienten miedo o se sienten perdidos, yo espero que nunca los sorprenda un vehículo más grande por atrás porque puede significar su fin.
La capacidad del vehículo es algo muy importante a considerar. Hay vehículos que tienen como velocidad máxima 140 km/h, en realidad ese es el promedio que hay por las calles. Algunos vehículos no logran alcanzar ni esos 140 km/h, mientras otros carros muy modernos y deportivos, alcanzas esas velocidades con mucha velocidad.

Un vehículo que es capaz de desarrollar 280 o 300 km/h tiene mejor sistema de frenos, más torque y compresión en el motor, por lo tanto, una velocidad de 140 km/h no significa tanto para los mismos. Moraleja, si le gusta correr, mejor hágalo en un vehículo capaz que vaya a media máquina, en vez de fundir una chatarra que se quiere hacer pedazos a esas velocidades.

Estado del conductor

Los vehículos muchas veces son máquinas muy potentes pero todas son conducidas por un ser humano. Un ser humano con emociones, con una salud muy vulnerable y con capacidades limitadas.
Montarse a manejar un vehículo en esta de ebriedad o bien drogado no son las únicas formas de ser un peligro al volante. Conducir un vehículo luego de ser despedido injustamente de un empleo, de cortar con una novia, de haber pasado una muy mala noche de poco sueño, son algunos ejemplos de personas muy peligrosas al volante.

Los oficiales de tránsito tienen un aparatito para medir la cantidad de alcohol que podría circular en el torrente sanguíneo. Para luchar contra la marihuana, cocaína o alguna otra droga ilegal, no tienen ninguna herramienta. Las drogas legales o medicinas también pueden disminuir la capacidad de conducir bien, pero no las tomamos en cuenta, al igual que los problemas de salud como una buena depresión, mucho estrés, ira o exceso de felicidad.

Si con una ley que manda a los borrachitos a prisión y los deja sin auto, se siente muy seguro en las calles, déjeme decirle que está muy equivocado. Los seres humanos somos débiles física y mentalmente generalmente. Pero al menos con esas multas tan altas muchos oficiales pueden cobrar buenas mordidas a los borrachitos.



Estado del vehículo



El mejor de los conductores puede sufrir el peor de los accidentes si conduce un vehículo en mal estado. Un vehículo en mal estado, es aquel vehículo que es capaz de circular, pero que en cualquier momento puede fallar.

En Costa Rica tenemos a la empresa RITEVE, que nos revisa una serie de tecnicismos superficiales como emanación de gases, visibilidad, estado de las llantas, luces, repuestos, capacidad de frenado entre otras. Sin embargado, quedan por fuera factores muy importantes cómo lo son el estado del motor, estado del embrague, faja de distribución.

Dado que esa empresa es sólo una excusa para cobrar dinero, recomiendo a los conductores a acostumbrarse a sentir el vehículo. Cuando algo empiece a sonar, a sentirse fuera de lo normal, no lo piensen mucho y traten de repararlo. A la larga sale más caro realizar una reparación mucho después, ya que una pieza mala, puede ocasionar el desgaste acelerado o mal funcionamiento de otros componentes, eso o una fatalidad.



Estado de las carreteras



Señalización, iluminación, buen estado y un buen diseño son algo deseable en una vía. Entre peores sean estas características, más difícil evitar accidentes. En mi experiencia como conductor en Costa Rica he notado que estamos mal en todos los aspectos.

Muchas señales no existen, nunca las pusieron, nunca pintaron las calles o se las han robado. Hay que reconocer que muchos ticos manejamos a pura memoria, porque hay señales de alto que sólo conocemos personas que ya hemos pasado por ahí. Recomiendo a cualquier conductor manejar con mucha prudencia en cualquier carretera que no conozca, no seguir esta regla puede ser fatal.

Si hablamos de iluminación, muchas veces los postes están quemados, tienen una luz muy débil o nunca han puesto un poste en el sector. En estas condiciones, tenemos que recordar que nuestra luz larga puede tener un alcance de 12 a 20 metros si tenemos buenas luces, o de 6 a 12 metros si las luces son regulares. Esta distancia, es la que tenemos para actuar en caso de que nos aparezca un elemento sorpresa. Si la luz es muy mala, lo más recomendable es no superar los 60 km/h.
El estado de las calles es muy malo, tenemos huecos a veces ligeros, otros muy profundos, tenemos también parches que convierten la calle en hueco. Las causas de los huecos son las lluvias, los árboles grandes cerca de carretera, mala planificación de AyA y fugas, y también la circulación de buses y tráiler con exceso de carga a exceso de velocidad. Sea como sea, muchas veces los huecos más graves nos obligan a invadir un carril sólo para esquivarlo. A veces es, o chocamos contra lo que venga, o nos matamos en ese precipicio.

Finalmente no podemos olvidar la planificación vial. Tenemos calles que son para manejar el flujo vehicular de hace 30 años. Como consecuencia tenemos serios problemas de embotellamiento, que generan conductores atrasados y estresados, que buscan como evitar las presas, y apenas tienen oportunidad, corren para recuperar tiempo.







Factores externos



De repente nos empieza a llover muy fuerte, lo cual nos afecta la visibilidad, la capacidad para frenar. Nos podemos topar un niño, un anciano, un ebrio caminando por media calle, o nos puede aparecer un animal suelto. Todo eso son factores sorpresas, que nos pueden causar un accidente.

Algunas veces no se pueden evitar, pero otras veces sí. Saber frenar bien es importante en estas situaciones. El freno nunca debe activarse en seco y mucho tiempo, menos en una moto porque un derrape puede ser fatal. Se frena en seco si la velocidad es inferior a 60 km/h. De lo contrario, la mejor opción es reducir la velocidad y volver a acelerar suavemente soltando el freno para evitar un derrape.

Bueno espero que con eso tomen algo de consciencia al conducir, no es una garantía para evitar accidentes, pero por lo menos es una guía para evitarlos. Yo ya tengo 2 accidentes en carro y 5 motos en mi currículo, y lo que he aprendido, es que por más leyes o multas que existen, cada vehículo, cada peatón, cada obstáculo y cada animalito en la calle, representa un riesgo al que todos estamos expuestos, y no podemos ignorar. Manejar a la defensiva, no sólo respetando la ley, sino esperando que cualquiera la irrespete, es lo más seguro.

Fuente:
PERIODICO SEGURIDAD VIAL